Se calentará la mantequilla para ablandarla y se introducirá en un bol, después se le agrega el azúcar. Se deberá de mezclar todo, hasta conseguir una masa. En ese momento se agrega el huevo y el azúcar vainillado, se sigue dando vueltas hasta que se liguen todos los ingredientes.
En otro bol, pondremos la harina, la levadura y la sal. Le añadiremos la leche (los 450 ml), lo removemos hasta que nos quede cremoso y sin grumos. Ahora añadimos la pasta del primer bol en este y volveremos a removerlo todo hasta volver a conseguir ligar de nuevo todos los ingredientes.
Cogeremos el molde para el bizcocho, lo engrasaremos con aceite de oliva y le espolvoreamos un poquito de harina, ya que así el bizcocho desmoldará mejor.
Vertemos la masa en el molde y lo introducimos la horno, que deberá de estar precalentado ya a unos 200 ºC, donde se dejará por 40 minutos aproximadamente.
Ahora tendremos que napar el bizcocho, para ello mezclaremos los 325 ml de leche, con la esencia de vainilla y la canela, cuando el bizcocho ya este templado, lo bañaremos con esta mezcla.
Para la presentación, se podrá decorar la bizcochada con unas ramas de canela o espolvoreando azúcar glass por encima.
Trucos de la bizcochada:
El azúcar avainillada, se podrá encontrar en multitud de supermecados, o bien se puede realizar casera, poniendo una vaina de vainilla en un bote lleno de azúcar y dejarlo unos cuantos días.
Para que nos suba el bizcoho, podemos poner el bizcocho a bajo del todo del horno con sólo la resistencia de abajo y cuando esté bien arriba, encendemos la de arriba para que dore (unos 10 minutos antes de finalizar). Si no tenemos este tipo de horno, en un primer momento se puede poner una bandeja por encima del bizcocho para que evite el calor de la resistencia de arriba y a última hora se la retiramos para que dore.
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