Deberemos la noche anterior de poner las lentejas a remojo, deberán de estar todas ellas cubiertas por el agua, ya que se terminarán por hinchar y coger volumen.
Picamos bien menudo en cubitos tanto las cebollas como las zanahorias, se las añadimos a una cacerola que tendrá ya un poquito de aceite. La ponemos a fuego y las iremos cocinando, cuando se ablande le incorporaremos tanto el pimentón, ajo y la ñora, todo ello bien picadito, también le añadiremos el resto de condimentos.
Rectificamos de sal y mientras se nos sigue haciendo lo deberemos de ir removiendo con una chuchara de madera, a los pocos minutos le añadimos el vino tinto. Dejaremos que se siga haciendo, la idea es hacer que se evapore todo el alcohol, le añadimos la carne picada.
Lo dejaremos que todo se haga hasta que se valla dorando la carne que será el momento que nos indicará que se deberán de añadir tanto el tomate triturado como las patatas cortadas en cubitos de un tamaño mediano (aunque podremos ajustarlo a nuestro gusto, incluso hay gente que prescinde de las patatas).
Ahora le añadimos las lentejas, junto con el agua en el que se ha dejado reposar. Si fuera necesario se añadirá caldo de carne hasta cubrir todas las lentejas. Le añadimos las hojas de laurel.
Ponemos la cacerola a fuego lento hasta conseguir que las lentejas estén cocidas.
Se sirve el plato bien caliente, así nos aportará más energía para estos días fríos de invierno.
P.D. Hay gente que añade algo de chorizo e incluso jamón cortado muy fino. La idea sería incorporarlo a la vez que la carne de ternera o en su sustitución.
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