Se aliña en un recipiente la carne picada con el vino, sal, pimienta negra molida y las trufas cortadas en pedacitos con su agua, se mezcla todo y se deja unas dos horas en reposo.
En otro recipiente aliñamos las lonchas de pechuga de pavo con vino, sal y pimienta negra molida.
Dos horas después se coge la venda y se extiende en una mesa, después se corta en cuatro trozos.
Se coge uno de ellos y encima de la venda se echa la mitad de la carne y se extiende sin llegar a ocupar toda la superficie de la misma.
Encima de la carne colocamos una tira de pechuga, una de jamón y otra de mortadela, así unas tres veces.
Enrollamos la carne con su contenido como si fuera un brazo de gitano con ayuda de una cuerda fina se cose el extremo del rollo y a continuación pasamos la cuerda a lo ancho del rollo, queda parecido a un morcón.
Cogemos una olla grande y la llenamos de agua fría, echamos en ella los ingredientes del caldo, las ramas de apio, las zanahorias, los puerros, el vaso del vino y algo de sal.
Encima echamos los dos rollos que nos han salido y se pone a cocer unos veinticinco o treinta minutos de olla rápida.
Una vez se enfrié algo la olla se sacan los rollos y se escurren lo más posible, los colocamos en una bandeja y encima de ellos una tabla de madera con algo de peso encima para que ayude a escurrir y le de forma aplastada y lo dejamos así una noche.
A la mañana siguiente le quitamos las vendas y lo metemos en la nevera envuelto de papel de aluminio un día o dos.
Luego se toma frío cortado en unas lonchas gruesas y se puede acompañar de una salsa o de un poquito de huevo hilado o en su defecto algo de piña.
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