En una olla se ponen los garbanzos a cocer con la hoja de laurel y con muy poca sal (los garbanzos habrán estado en remojo toda la noche anterior).

Cuando estén los garbanzos medio cocidos, se le incorpora el bacalao, las espinacas y se deja que siga cociendo.

Se saca el bacalao y se aparta en un plato, se va desmenuzando, se le quita las raspas, se echa la miga de pan, un diente de ajo y el perejil bien picados y los tres huevos y se revuelve todo y queda una masa. Si se quedara la mezcla muy dura se le puede añadir mas huevo.

En una sartén se pone aceite y cuando esté caliente, con una cuchara se va cogiendo la masa y se van haciendo bolas que introduciremos, para freir, en la sartén.

Una vez fritas se echan en la olla con los garbanzos.

En el aceite sobrante, se frie la cebolla bien picada con los dos dientes de ajo muy picados, se añade la harina, el pimentón y se echa seguidamente a la olla.

Se deja unos minutos cociendo hasta que se esponjen bien las bolas.